viernes, 12 de febrero de 2010

FAMILIAS CRIMINÓGENAS

MTRO. JESÚS CURECES RÍOS




- ¿Por qué lloras mami?

- Es que ya no soporto a tu padre, diario viene borracho, no me trae dinero, lo poco que yo gano lavando y planchando ropa ajena y que debería ser para que ustedes comieran, me lo quita para sus vicios y si acaso no tengo para comprarle su "pachita de alcohol" se pone agresivo, grita, pega, rompe cosas. !Ya no puedo estar así!

- En primera, ese señor ni es mi papá, ni tampoco el de mi hermano mayor, yo creo que por eso a cada rato discute con Juan, ya vez que la semana pasada hasta se iban a agarrar a golpes y yo ya te había dicho que no me gusta que cada rato me esté diciendo que me estoy poniendo muy bonita, que me ande abrazando, porque me abraza muy raro… y en segunda para qué quieres un hombre así, si no ayuda en la casa pues… que no estorbe.

- él no era así, sé que lo está afectando que perdió su trabajo, pero tengo la esperanza que todo se va a arreglar.

- Pero si perdió su trabajo hace cinco años, no creo que no pudiera conseguir trabajo de albañil en todo ese tiempo, ni siquiera se preocupa por traer dinero para mantener a mis tres hermanos chicos, que sí son sus hijos.

- Lo que pasa es que, desde que tu padre me dejó, ustedes nunca estuvieron de acuerdo en que yo tuviera otra pareja, por eso inventas tus chismes de que te "toca raro" y, claro, cómo no va a discutir con tu hermano si "ése" se la pasa en la esquina con sus amigotes, fumando marihuana y no sé que otras porquerías,

- Cómo no va a estar con sus amigos en la esquina, si aquí, en esta casa, si la podemos llamar así, no hay nada qué hacer. Tú te la pasas todo el día en casas ajenas, lo que hagamos nosotros no te importa y en la noche, cuando llegas, todas tus atenciones son para tu "amorcito" y para nosotros puros regaños: que no hiciste la comida, que no limpiaste la casa, que tus hermanos llegaron tarde a la escuela, que están sucios

- ¿No me importan?, la última vez que detuvieron a tu hermano, cuántos meses se pasó en la "Peni" y ahí está la babosa de su madre llevándole todos los días su comida y dinero para su vicio, que el decía era para cigarros.

Y si tú no me importaras hubiera dejado que tuvieras al chamaco, hasta pedí dinero a rédito para que te hicieran el legrado. Cómo era posible que una niña de 14 años fuera a tener un bebé de un pandillero, vago, vicioso como el "diablo".

Si no me importaran no me interesaría que te hubieras puesto esos malditos tatuajes. Si no me importaran no trabajaría todo el día y como la otra vez me reclamaste, si hasta los fines de semana me tengo que ir a la "Zona Norte" es para que ustedes puedan vivir mejor.

Muchas de las características familiares que se manejan en este diálogo son un reflejo de la realidad cotidiana en nuestra sociedad.

La familia es el ambiente en el que el niño vive sus primeras experiencias, aprende a controlar sus impulsos, capta las normas sociales de conducta y recibe un sostén para sus necesidades afectivas.

La importancia de la familia en áreas de alta influencia criminógena (generadora de conductas en contra de la sociedad), radica en que puede actuar como factor de contención respecto al niño, impidiendo su desarrollo en sentido antisocial, pero por otra parte, puede ser el transmisor de valores y normas subculturales que, en determinadas situaciones, pueden condicionar la delincuencia de los hijos.

Los ambientes familiares de los cuales provienen las personas con actitudes delictivas se caracterizan a menudo por una o más de las condiciones siguientes:

· Presencia de criminales o adictos a alcohol o drogas entre los miembros de la familia.

· Ausencia de uno o ambos progenitores, debido a la muerte, divorcio o abandono.

· Ausencia de vigilancia ejercida por padres, ya sea por ignorancia, ceguera o enfermedades.

· Mala atmósfera familiar caracterizada por el dominio de un miembro de la familia, por favoritismo, por exceso de atenciones o de severidad, por negligencia, familia muy numerosa, celos entre los familiares.

. Diferencias de razas o de religión, divergencias respecto a las normas o reglas de conducta, familia adoptiva.

· Dificultades financieras como el desempleo, la insuficiencia de recursos, el tipo de trabajo de la madre.

Pinatel, un investigador de las dinámicas familiares, dice que es sobre todo de los conflictos familiares de donde surge la reacción antisocial, pero además la familia actúa indirectamente en la formación de la personalidad del delincuente. Existe un tipo de familia que podríamos llamar "típicamente criminógena", en esta familia es casi imposible que el menor no llegue a delinquir, ya que generalmente sus primeras conductas antisociales son dirigidas por los mismos padres.

Estas familias viven en un ambiente de absoluta promiscuidad, donde no es extraño el incesto, donde impera la miseria y el hambre, donde los niños son enviados por los padres a pedir limosna o delinquir y cuando son mayores a prostituirse.

El padre es alcohólico o drogadicto, labora en oficios poco remunerables o es delincuente habitual o de poca monta, su nivel de inteligencia es inferior, es un sujeto instintivo y altamente agresivo, en algunos casos se trata de un verdadero sicópata.

La madre, por lo común, está viviendo en unión libre y los hijos que tiene provienen de diversas uniones y en más de una ocasión no podría identificar ciertamente quién es el padre de sus hijos.

Estas familias habitan en barrios o regiones altamente criminógenos, donde ni siquiera la Policía se atreve a entrar, son verdaderas ciudades perdidas en la periferia de las grandes ciudades.

El menor que sale de estas familias es el de mayor peligrosidad y es también el de más difícil tratamiento, pues tienen en contra todo: Herencia, familia, formación, medio ambiente, etcétera.

No todas familia donde el padre es delincuente es una escuela del crimen, pero estas excepciones no son muy comunes y dependen del contrapeso de la madre, del ocultamiento de las actividades del padre o de otros poderosos inhibidores.

Al hablar de delincuentes no es sólo el padre quien es vago, vicioso habitual, ladrón, ratero o carterista.

Hablamos también del gran industrial que evade impuestos, del fabricante que adultera sus productos, del político que utiliza su fuero para su uso personal, del líder que explota a los obreros y de todos los profesionistas que no saben de ética profesional.

Todos estos padres delincuentes pervierten al menor en forma socialmente más dañina, pues es la "delincuencia honorable", hipócrita, que socialmente va en contra de los más altos valores de la dignidad humana y que no tienen el atenuante de la miseria o de la ignorancia, de la tara hereditaria o de la escasa inteligencia.

Fuente: Periódico Frontera.
Autor: Mtro. en Criminología Jesús Cureces